jueves, junio 29, 2006


El Monasterio-Palacio de Yuste se sitúa en las estribaciones de la Sierra de Gredos, concretamente en la cacereña comarca de La Vera y en el término del municipio por él llamado Cuacos de Yuste. Construido en la primera mitad del siglo XV a iniciativa de los propios vecinos de la zona, adquirió la regla de San Jerónimo para regirse, siendo su impresionante entorno natural, discreto y poco accesible en la época, clave para consagrar este lugar de retiro. El motivo por lo que es más conocido es indudablemente por la elección que efectuó el Emperador Carlos V para pasar sus últimos años tras una muy agitada vida. Tras un accidentado viaje y tras residir temporalmente en el actual Palacete-Parador de Jarandilla de la Vera, en febrero de 1557 el monarca se instaló definitivamente en una Casa palaciega adyacente al propio Monasterio y con acceso al Altar de su Iglesia, construida específicamente para la ocasión. Mientras que el Monasterio alterna elementos arquitectónicos propios del estilo gótico tardío especialmente en su claustro viejo con el plateresco de su área más reciente como su patio, en la Casa-Palacio predomina el orden renacentista construido austeramente en ladrillo y mampostería. El conjunto monumental sería progresivamente abandonado a partir del siglo XVIII e, incluso, durante la guerra de la Independencia sería incendiado y, posteriormente, desamortizado de la propiedad eclesiástica hasta su reversión en la década de los 40 del siglo XX.

martes, junio 13, 2006


Las ruinas del núcleo urbano romano de Casas de Reina simbolizan un claro recuerdo del antiguo esplendor que alcanzó la colonia Regina, una de las ciudades más significativas de la Lusitania meridional desde el siglo II A.C. y que se vertebraba en el eje de la Via de la Plata. En la imagen tenemos su Teatro donde se aprecian claramente sus líneas clásicas con sus graderíos (caveas) en un aceptable estado de conservación, si bien no existe ya la zona donde se ubicaban los vomitorios que distribuían perfectamente al público (para unas 800 personas), sí se distingue claramente la orchestra y la scena que contaba con excelentes decoraciones en mármol.

jueves, junio 08, 2006


El Castillo de Belvís de Monroy se eleva de manera formidable en la comarca cacereña de los Ibores. Su construcción se remonta al primer tercio del siglo XIV, por tanto posterior a la Reconquista cristiana de estas tierras, careciendo así de influencia o raigambre árabe tanto en su planta como en su estilo arquitectónico, algo poco frecuente en los castillos de Extremadura. En él se concentra una serie amalgamada de distintos elementos siendo los predominantes la solidez estructural de sus torreones con contrafuertes y sus chaflanes defensivos, más propios ya del Renacimiento que de la Edad Media. Aunque, como ya adelantábamos, el Castillo de Belvís fue erigido por concesión de privilegio de Sancho IV de Castilla, aparece en su escudo las conocidas barras de Aragón, posiblemente por motivo del matrimonio de Doña Violante, princesa argonesa hija de Jaime I, con Alfonso X.