jueves, junio 29, 2006


El Monasterio-Palacio de Yuste se sitúa en las estribaciones de la Sierra de Gredos, concretamente en la cacereña comarca de La Vera y en el término del municipio por él llamado Cuacos de Yuste. Construido en la primera mitad del siglo XV a iniciativa de los propios vecinos de la zona, adquirió la regla de San Jerónimo para regirse, siendo su impresionante entorno natural, discreto y poco accesible en la época, clave para consagrar este lugar de retiro. El motivo por lo que es más conocido es indudablemente por la elección que efectuó el Emperador Carlos V para pasar sus últimos años tras una muy agitada vida. Tras un accidentado viaje y tras residir temporalmente en el actual Palacete-Parador de Jarandilla de la Vera, en febrero de 1557 el monarca se instaló definitivamente en una Casa palaciega adyacente al propio Monasterio y con acceso al Altar de su Iglesia, construida específicamente para la ocasión. Mientras que el Monasterio alterna elementos arquitectónicos propios del estilo gótico tardío especialmente en su claustro viejo con el plateresco de su área más reciente como su patio, en la Casa-Palacio predomina el orden renacentista construido austeramente en ladrillo y mampostería. El conjunto monumental sería progresivamente abandonado a partir del siglo XVIII e, incluso, durante la guerra de la Independencia sería incendiado y, posteriormente, desamortizado de la propiedad eclesiástica hasta su reversión en la década de los 40 del siglo XX.